Hoy vivimos otro episodio de racismo en el deporte, específicamente en el fútbol, una de las disciplinas más golpeadas por esta plaga discriminatoria que no hace más que ensuciar el mundo.
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El hecho ocurrió en el partido de Champions entre el Istanbul Basakhesir y el París Saint Germain en el Parque de Los Príncipes, cuando el cuarto árbitro le propinó un insulto racista a Pierre Webó, asistente técnico del club turco, por su color de piel.
La sucia frase “echa al negro éste” fue el detonante de una explosión que ocasionó que todo el plantel del Istanbul Basakhesir abandonara el estadio. Todo por un ser que se deja llevar por el color de piel, nacionalidad y preferencias.
El racismo ha estado presente en el deporte desde hace años, pero en el fútbol ha sido más constante ver estos episodios. Recordamos aquellos dónde estuvieron involucrados Mario Balotelli, Samuel Eto’o, Adriano, Maicon, Dani Alves, Neymar, Carlos Kameni, incluso a Alves le lanzaron un cambur, y el brasileño con su carisma lo recogió y se lo comió, pero luego declaró sentirse herido y triste.
Los jugadores son seres humanos que sienten al igual que nosotros, sufren en cancha lesiones, golpes, y también tienen que aguantarse esta exacerbación racial de un grupo étnico que incita a la discriminación, un grupo donde no solamente ingresan los fanáticos, también están jugadores blancos y para colmo los árbitros.
Por si no lo sabían, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial fue aprobada la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en 1965, pero esa discriminación se multiplica como una plaga, siendo la peor plaga en el mundo.
¿Hasta cuándo el racismo estará presente? ¿Hasta cuándo existirá el racismo en el deporte? Lilian Thuram, exfutbolista francés, señaló en su momento “cuando eres neutral ante el racismo, quiere decir que lo respaldas”.
El fútbol es un deporte tan hermoso, que unos pocos manchan por su racismo idiota.
