Jennette McCurdy, conocida por interpretar a Sam Puckett en la serie iCarly del canal infantil Nickelodeon, contó los episodios más dramáticos de su infancia en su libro I’m Glad My Mom Died (“Me alegro de que mi madre muriera”).
Cuenta desde la difícil relación con una madre que la “abusaba física y emocionalmente”, pasando por su batalla contra el alcohol y los trastornos alimentarios, hasta el “trato indebido” que supuestamente recibió por parte de un guionista de Nickelodeon.
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Su madre, Debra McCurdy quien la educó en casa junto a sus tres hermanos mayores, proyectó en ella sus aspiraciones frustradas de convertirse en actriz y la ingresó al mundo del espectáculo a sus 6 años.
Debra obligó a qué debía gustarle y qué no y tomó cada una de las decisiones por ella hasta su adolescencia, según lo que cuenta en las memorias y lo que ha repetido en las entrevistas con la prensa.
Cuenta que se ducharon juntas hasta los 16 años, le lavaba el cabello, le afeitaba las piernas y le practicaba exámenes vaginales y mamarios de rutina para “asegurarse de que no tenía ningún bulto” que pudiera ser cáncer.
“Fue como cuando tienes un mejor amigo y compartes todos esos secretos. Sientes que es una forma de intimidad. Eso es lo que hizo mi madre conmigo. Solo que no era amistad. Era abuso”, asegura Jennette.
En septiembre de 2013, Debra fallece por un cáncer que le fue diagnosticado por primera vez cuando su hija tenía 2 años y Jennette aún recuerda el ataque de risa que tuvo el día del funeral de su madre.
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