La mansión del fallecido Hugh Hefner, editor de la revista para adultos “Playboy”, fue escenario de legendarias fiestas a las que acudían todo tipo de celebridades y figuras públicas, pero no todo en el hogar del empresario era color rosa, puesto que también había una serie de normas muy estrictas que sus ‘conejitas’ debían cumplir.
Las modelos que vivían con él tenían que volver a casa siempre antes de las 9 p.m. o se arriesgaban a dormir en el jardín, según reveló ahora la antigua modelo Playboy Jenna Bentley. Ella se instaló en la mansión conocida como ‘Bunny House’, que se encontraba al lado de la vivienda principal donde Hefner residía con sus novias, cuando tenía 18 años y compartía la casa con otras 12 chicas.
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Aunque admite tener maravillosos recuerdos de esa época, confesó las limitaciones que debían enfrentar para continuar en la mansión, como el que ningún chico pudiera visitarlas, y que, antes de mudarse, las hacían firmar un acuerdo de confidencialidad prometiendo que no desvelarían nada de lo que vieran en la vivienda.
El acuerdo se realizaba en vista de la cantidad de personalidades que asistían al recinto para presuntamente hacer cosas “inimaginables”, de acuerdo con lo que contó.
A cambio de su discreción y de seguir las reglas, las conejitas vivían en una especie de ‘casa de Barbie’ real y podían pedir lo que quisieran a cualquier hora del día.