El astronauta estadounidense de origen salvadoreño, Francisco ‘Frank’ Rubio, llegó el miércoles 27 de septiembre, a la Tierra en la nave Soyuz MS-23 marcando un hito histórico en la NASA, tras estar 371 atrapado en el espacio.
Rubio nació en California, Estados Unidos (EE. UU.) en diciembre de 1975 y vivió sus primeros seis años en El Salvador. Es hijo de Mirna Argueta, originaria del municipio de San Alejo y actualmente residente en la ciudad de La Unión, y de Carlos Rubio Reyes, originario de El Sauce. Ambos se encuentran en el país latinoamericano.
Actualmente tiene 47 años y se encuentra casado con Débora con quién cría a sus cuatro hijos.
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En 1998 se unió al Ejército con el objetivo de pagar sus estudios universitarios y tras graduarse de la Academia Militar, obtuvo un doctorado en medicina de la Universidad de Servicios Uniformados de Ciencias de la Salud en 2010, con lo que fue proveedor ejecutivo médico y cirujano de vuelo en Redstone Arsenal, Alabama, EE. UU.
Durante su carrera militar voló más de 1.100 horas, incluyendo más de 600 horas de combate durante sus despliegues en Bosnia, Afganistán e Irak. Para eso, obtuvo una certificación como piloto de helicópteros.
En 2017 busco integrarse en la NASA para convertirse en astronauta y fue uno de los 12 seleccionados de entre nada menos que unos 18.000 aspirantes.
Desde entonces, ha completado un programa de entrenamiento de dos años que ha incluido desafíos físicos y académicos grandes, desde sistemas de soporte vital hasta manejo de electricidad en la Estación Espacial Internacional (EEII), pasando por entrenamientos físicos a bordo de aviones que pueden volar a velocidades supersónicas como el Northrop T-38 Talon.
“El mayor desafío para muchos es la amplitud de las cosas que tenemos que estudiar”, dijo Rubio al sitio del Ejército.
Para Rubio haber sido el hijo de una adolescente migrante que lo crio por su cuenta le enseñó el valor de la autosuperación y el esfuerzo: “Soy el resultado de muchos sacrificios y de grandes equipos”.
¿Cómo fue su misión espacial?
Rubio fue lanzado el 21 de septiembre de 2022 a bordo de la Soyuz MS-22 y debía regresar inicialmente en marzo de 2023.
Pero a mediados de diciembre del año pasado la agencia espacial rusa, Roscosmos, detectó una avería en el sistema de refrigeración en el casco exterior de la nave debido al impacto de un micrometeroide.
Esto hizo demasiado arriesgado el regreso de Rubio a bordo de esta nave rusa, la cual regresó el pasado 28 de marzo sin tripulación al cosmódromo ruso de Baikonur.
Roscosmos envió el 24 de febrero a la EEI una nave de reemplazo sin tripulantes, la Soyuz MS-23, a fin de recoger al astronauta de la NASA y devolverlo finalmente hoy a la Tierra.
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En una de sus últimas comunicaciones desde el espacio, el pasado 19 de septiembre, admitió que fue duro cuando “se hizo real” la decisión de que permanecería un año en la plataforma orbital internacional.
“Es un gran honor representar a los hispanos. El mensaje para la juventud es que adelante con el trabajo, el estudio, que cualquier cosa se puede. Es importante que nuestra comunidad siga adelante y siga mejorando nuestro país. Creo que los latinos van a ser una gran parte de América en el futuro”, expresó en ese entonces.
A Rubio le tomará entre dos a seis meses en Tierra recuperarse plenamente de su misión, según dijo él mismo.
