Al personal de salud que ejecuta la campaña de vacunación contra la fiebre amarilla, en San Fernando, la capital del estado Apure, se le ha hecho difícil la inmunización a pesar de que las brigadas inmunizadoras van hasta las comunidades.
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Una enfermera atribuyó, este jueves, la causa de esta baja receptividad hacia la campaña de fiebre amarilla, al “temor infundado que hay sobre la vacuna de la covid-19”.
Relató la profesional, que forma parte de los tres equipos de Asistencia de Salud (ASIS) que ejecutan el plan inmunizador por sector en la capital llanera, que para llevar a cabo el barrido en las comunidades han tenido que apelar a su poder de convencimiento.
“Sí, hay resistencia por desconocimiento, por eso nos rechazan la de la fiebre amarilla, piensan que nosotros los engañamos… Es fuerte porque ellos (habitantes de las comunidades) a veces confunden ésta con la del covid-19, por eso es que tenemos que tener un poder de convencimiento”, recalcó.
Indicó la profesional de la salud que, pese a la contingencia, los tres equipos Asis de San Fernando, conformados por treinta brigadas de tres miembros cada una, están aplicando 150 dosis diarias por comunidad.
Informó además que Apure lidera los estados del país con más vacunación de fiebre amarilla.
También dijo que aunque en este momento esta campaña está vigente. “Siempre cargamos todas las vacunas” para completar el esquema de vacunación a niños y adultos y reforzar el sistema inmunitario de la población frente a la amenaza del coronavirus, señaló.
La aplicación única de fiebre amarilla, va desde el primer año hasta los cincuenta y nueve años de edad, mientras que el esquema restante de pentavalente, polio, toxoide, hepatitis y trivalente, se aplica según corresponda por edad, detalló la especialista de salud.
