Héctor Rovaín, Luis Molina y Erasmo Bolívar fueron condenados a 30 años de prisión, teniendo 21 tras las rejas. En octubre de 2021 fueron trasladados al Centro Penitenciario de Occidente, en el estado Lara.
El inspector jefe Héctor Rovaín laboraba en la Dirección de Orden Público de la hoy extinta Policía Metropolitana (PM), en espera de un ascenso para julio de 2011, y cuya historia de vida dio un giro el 11 de abril de ese año.
Durante los enfrentamientos de ese día, Rovaín fue enviado con un grupo de la PM a reforzar la protección del centro de Caracas, específicamente en la avenida Baralt, prestando apoyo en la esquina La Pedrera.
En el lugar se reportaron muchos heridos por un enfrentamiento con sujetos armados, quienes disparaban a la marcha opositora que se desplazaba hacia el Palacio de Miraflores, en medio de lo que fue un intento de golpe de Estado que desalojó del poder por varias horas al entonces presidente Hugo Chávez.
La ballena que dirigía el grupo se convirtió en barricada para contener los disparos desde la esquina de Muñoz hacia abajo. El expediente del caso da cuenta de los múltiples impactos en este vehículo, una prueba a su favor, que fue ignorada durante el juicio que duró tres años y medio.
La fotografía que incriminó a Luis Molina
Por su parte, Luis Molina quien laboraba como patrullero motorizado, recibió durante la tarde de ese día la orden de trasladarse hasta la esquina de Pedrera y la Plaza Miranda, donde permaneció hasta las 05:30 pm. El recorrido culminaría en la Esquina de Muñoz, donde a un compañero se le cayó el arma.
Molina procedió a recoger el armamento, momento en el cual fue se escuchó una ráfaga de disparos. Por este hecho, fue detenido y acusado tras circular una fotografía en la que aparecía recogiendo el revolver, a pesar que durante el juicio se comprobó que el mismo no fue accionado ese día.
Erasmo Bolívar, de socorrer heridos a culpable de asesinato
El 11 de abril Erasmo Bolívar, también policía metropolitano, durante los enfrentamientos socorrió en una ambulancia a decenas de heridos, debido a su conocimiento en el área, ayudando a trasladarlos a hospitales.
Durante el recorrido, el armamento del sargento que manejaba la ambulancia se desplazaba por el piso del vehículo. Erasmo lo tomó.
Al llegar a Puente Llaguno fueron atacados con disparos. Todos bajaron de la ambulancia, Bolívar se pegó a la pared, con el armamento en la espalda. Lo pasó hacia el frente, momento en el fue fotografiado.
Su responsabilidad en el hecho fue dictada a pesar de que el arma no fue disparada, siendo condenado a 30 años de cárcel y ningún beneficio procesal.
Fueron nueve funcionarios condenados por los hechos ocurridos el 11 de abril: Marco Hurtado a 16 años y ocho meses de prisión; Arube Pérez a 17 años y 10 meses, ambos ya cumplieron sus condenas completas. Los comisarios Iván Simonovis, Lázaron Forero y Henry Vivas, y el sargento Julio Rodríguez, todos con penas de 30 años, hoy están fuera de la cárcel por presentar severos cuadros de salud. Rovaín, Molina y Bolívar siguen presos.
Desde 2010 las medidas alternativas al cumplimiento de la pena debieron ser otorgadas a los policías metropolitanos. En el caso de Rovaín, Molina y Bolívar, todas están vencidas. Se trata de la redención de la pena por horas de estudio y trabajo, destacamento de trabajo, régimen abierto y libertad condicional. Los familiares apelaron a la justicia en todos los escenarios, pero hasta ahora no han sido escuchados.
