Durante la inauguración del 94 Año Judicial del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano, el papa Francisco admitió que algunos comportamientos “por parte de los miembros de la Iglesia dañan gravemente su eficacia para reflejar la luz divina”.
A su vez, el pontífice pidió ser “claros” y evitar el riesgo de “confundir el dedo con la luna”, pues para él “problema no son los juicios, sino los hechos y conductas que los determinan y los hacen dolorosamente necesarios.
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Sobre esto, hizo referencia al juicio que se lleva a cabo por presuntas irregularidades financieras en la compraventa de un edificio en Londres por parte de la Secretaría de Estado del Vaticano, en el que están imputadas diez personas, entre ellas el cardenal italiano Angelo Becciu.
De igual forma, el papa estableció esta semana un “motu proprio”, donde todos los bienes muebles e inmuebles comprados por la Curia o entes vinculados, pertenecerán al patrimonio “público” de la Santa Sede “no fraccionable y soberano”.
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