El Ejército ucraniano junto a la resistencia han demostrado un creciente desafío ante el control ruso sobre zonas ocupadas en el sureste de Ucrania, destruyendo puentes, trenes y ayudando a identificar objetivos clave.
El aumento de la resistencia ha desgastado el control que ha llevado el Kremlin en estas zonas, pues aseguran que su principal objetivo es “hacer la vida insoportable para los ocupantes rusos y utilizar cualquier medio para descarrilar sus planes”.
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Hace poco las tropas ucranianas utilizaron un lanzacohetes múltiple proporcionado por Estados Unidos, para golpear un puente estratégico en el Río Dniéper en Jersón, y así cortar la principal ruta de suministro de las fuerzas rusas.
La guerrilla asegura que encargan de dar coordenadas precisas al Ejército ucraniano para varios objetivos y su asistencia hace más fuerte las nuevas armas de largo alcance.
Este movimiento de resistencia tiene como objetivos; destruir las armas rusas y los medios para suministrarlas, desacreditar e intimidar a los ocupantes y sus colaboradores e informar sobre posiciones enemigas a los servicios especiales ucranianos.
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