Este viernes 28 de mayo el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, publicó una solicitud de $6 billones como presupuesto para gastos ambiciosos que tienen que ver con inversiones históricas en carreteras, redes de seguridad para clase media, cuidado infantil y cambio climático.
Ahora, estas ambiciones parten de gravar a las corporaciones y a los ricos para evitar el aumento de la deuda del país. El mismo sería para el próximo año fiscal.
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La petición se enfoca en levantar a la clase media, expandir la red de seguridad social e impulsar la competitividad estadounidense en todo el mundo.
Combina el plan de infraestructura de $ 2.3 billones de Biden, su propuesta de familias de $1.8 billones y $1.5 billones en gastos discrecionales para financiar agencias federales para el próximo año fiscal.
“En conjunto, este presupuesto es una agenda para un crecimiento económico sólido y duradero y una prosperidad ampliamente compartida”, dijo la directora interina de presupuesto de Biden en la Casa Blanca, Shalanda Young. “Ofrecerá una economía fuerte ahora y durante décadas en el futuro”.
La solicitud de Biden también les da a los demócratas el visto bueno para comenzar una vez más el proceso presupuestario especial que les permitió aprobar el plan de ayuda pandémica de $1.9 billones de dólares en marzo sin votos republicanos en el Senado.
Si el mandatario decide poner fin a las conversaciones bipartidistas sobre un paquete de infraestructura, el proceso podría proporcionar a los demócratas un camino para implementar un plan por su cuenta.
