Organizaciones no gubernamentales (ONG) en Colombia denunciaron un inicio de año marcado por la violencia.
Las estadísticas arrojan que es asesinado, cada 41 horas, un líder social la muerte de un líder social, y en lapsos de cinco días es asesinado un excombatiente de las guerrillas FARC, asimismo, en un intervalo de cuatro días es perpetrada una masacre en algún departamento neogranadino.
Esta es considerada la peor arremetida de grupos armados ilegales, luego de acuerdo de paz en el 2016.
Robinson Liscano, maestro de los jóvenes asesinados en un municipio del Valle del Cauca, indicó que aunque están tristes “no se puede caer en la resignación”.
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Por su parte, desde el punto de vista de el politólogo colombiano, Néstor Rosania, asegura que en Colombia “no hay una política clara” para contrarrestar estos hechos violentos.
Un gran retroceso en materia de seguridad, lo demuestran el tema de las masacres, que es muy grave”, indicó el especialista.
El nuevo ministro de Defensa, Diego Molano Aponte, expresó a los colombianos que “se trabajará para desmantelar estas organizaciones al margen de la ley”.
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