Pekín, capital de China, alberga a más de 20 millones de habitantes, siendo una de las ciudades más movidas del mundo, característica que fue anulada por el surgimiento del COVID-19 en la ciudad de Wuhan.
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Luego de casi tres meses del brote, la OMS declaró el coronavirus como pandemia, mientras que en China ya se anunció el cese del pico del virus. Poco a poco, los comercios empiezan a abrir y la gente empieza a volver a sentir el calor del sol en sus caras.
La experiencia del coronavirus tiene dos caras: por un lado, sabemos que es una enfermedad vencible pero, por otro lado, esto se consigue con muchos sacrificios.
“Sólo nos quitamos la mascarilla para comer y tenemos que dejar un metro de distancia. No siempre es fácil. Si en el ascensor hay más de tres personas, subo por las escaleras ” declara un residente de la ciudad.
