Perú.
Renunció Manuel Merino.
Al menos dos personas murieron el sábado, una treintena de manifestantes ha sido detenida y el saldo de heridos supera los 100 en una intensa semana de protestas en Perú, como consecuencia de la destitución del presidente Martín Vizcarra por “incapacidad moral”.
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Con el corto mandato de Manuel Merino, quien ascendió al poder el martes como presidente del Congreso, Perú ya ha tenido hasta tres jefes de Estado en los últimos cuatro años, y la cifra pudiera seguir aumentando.
Claves para entender la crisis en Perú
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— Alerta News 24 (@AlertaNews24) November 15, 2020
La inestabilidad
Luego de la elección que llevó a Pedro Pablo Kuzcynski (2016-2018) a la presidencia, sustituyendo a Ollanta Humala (2011-2016), la nación sudamericana no ha logrado escapar de una inestabilidad política contextualizada en múltiples denuncias por corrupción, que han abierto paso a Martín Vizcarra (2018-2020) y ahora a Merino.
Después de un primer proceso de vacancia presidencial contra Vizcarra, el pasado 9 de noviembre se cumplió el deseo de sus opositores, quienes lo llevaron ante el Legislativo para ser expuesto por denuncias en su contra cuando era gobernador regional.
El resultado de ello fue su destitución y la posterior juramentación de Merino el 10 de noviembre, día en el que comenzaron las marchas contra el dirigente del partido Acción Popular, por considerar que esta sucesión de hechos se trataba de un “golpe de Estado”.
Ese día, localidades como Arequipa, Trujillo, Chiclayo, Huancayo, entre otras, se colmaron de peruanos en las plazas y avenidas rechazando lo ocurrido, mientras que en Lima se registró la aprehensión de más de una docena de personas.
El país salió a las calles
El 12 de noviembre tuvo a lugar la denominada “Gran Marcha Nacional”, que fue convocada a la plaza San Martín para exigirle la renuncia a Merino. Miles de personas se congregaron en una jornada que finalizó con la represión por parte de la policía, que disparó perdigones, balas de goma y bombas lacrimógenas.
Dos días más tarde, el sábado 14 de noviembre, la situación de violencia se agudizó y en enfrentamientos contra las fuerzas del orden se confirmó el primer asesinato de un manifestante, ocurrido durante la segunda Gran Marcha Nacional, nuevamente en Lima.
La democracia peruana se vio manchada con la muerte de dos personas, lo que elevó la tensión contra Merino y su gabinete de ministros. Frente a un rechazo cada vez mayor, varios funcionarios designados por el mandatario decidieron dar un paso al costado para evitar consecuencias legales.
Presidente sin respaldo
Los ministros de la gestión Merino reconocieron que son responsables de cualquier acto cometido en los días pasados, de acuerdo a la Constitución de ese país, que permite el juicio contra los políticos que integren el gobierno cuando se den “actos delictivos o violatorios” por parte del presidente.
De tal forma, 13 miembros del gabinete, incluido el titular de la cartera de Defensa, renunciaron a sus cargos, al igual que varios viceministros.
El Congreso vuelve a la escena
El panorama de colapso sociopolítico y las cada vez más vehementes respuestas policiales llevaron a que muchos líderes y activistas se sumen a la exigencia de renuncia de Merino. Luis Valdez, presidente del Congreso desde esta semana, también se agregó a esta corriente que busca el regreso de la paz.
Mientras ocurría la represión de la noche del sábado, la más negra en este lapso, el jefe del Poder Legislativo anunció que se analizará la posibilidad de deponer a Merino para que el orden constitucional vuelva a Perú.
“Tenemos que evaluarlo en la junta de portavoces, pero le pido al señor Merino que pueda evaluar su inmediata renuncia”, dijo Valdez.
Expertos dijeron que el presidente tenía “las horas contadas”, según reseñó la agencia EFE, pues el Parlamento estaba decidido a discutir los términos de su salida para mejorar el clima.
“El señor Merino tiene que irse, no tiene autoridad siquiera para llamarse presidente interino. Nadie nunca lo reconoció, este pueblo menos. No puede seguir al frente del gobierno con las manos manchadas de sangre”, dijo la diputada Mirtha Vázquez, del Frente Amplio.
Por su parte, la politóloga Adriana Urrutia alertó que la partida del mandatario interino era “la única salida” en el corto plazo para recuperar una democracia que había hasta hace cinco días.
“Ahora hay un gobierno autoritario que no respeta las libertades fundamentales, pone en riesgo la vida de la población y vulnera derechos humanos”, señaló la analista.
Finalmente, y a menos de una semana de asumir en el poder, Manuel Merino confirmó su renuncia como presidente de Perú en horas de la tarde.
Perú vive horas tensas en medio de una pandemia del covid-19 que posiciona a la nación como la que tiene más muertes per cápita atribuidas al coronavirus en el mundo, con más de 35 mil decesos.
