En respuesta al disparo de un misil balístico norcoreano de alcance intermedio sobre Japón, Estados Unidos y Corea del Sur realizaron ejercicios de bombardeo de precisión este martes con aviones caza sobre la isla deshabitada de Jikdo, al oeste de la península coreana.
“Con la participación de cuatro F-15K de la Fuerza Aérea surcoreana y cuatro F-16 de la Fuerza Aérea estadounidense, los F-15K surcoreanos dispararon dos bombas conjuntas de ataque directo a un blanco virtual en el mar Amarillo”, dijeron las fuerzas armadas de Seúl.
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El misil norcoreano había alcanzado una distancia de 4.500 kilómetros y 1.000 kilómetros de altura, siendo la mayor lograda por el régimen de Pyongyang, según el ministro de Defensa de Japón, Yasukazu Hamanda.
Tras el disparo del misil, Estados Unidos condenó la acción y la calificó como “peligrosa e imprudente” y aseguraron que seguirán “adelante con sus esfuerzos, junto a sus aliados y la ONU, para limitar (la capacidad de Corea del Norte) para desarrollar misiles balísticos y programas de destrucción masiva”.
La prueba de este martes sería la quinta que realiza Corea del Norte en los últimos diez días y presuntamente son en respuesta a los ejercicios militares que realiza Estados Unidos junto a Corea del Sur y Japón.
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