Luego de declarar al menos tres meses de emergencia en Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan visitó el epicentro del terremoto que ha dejado al menos 11.000 fallecidos hasta el momento.
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El presidente turco reconoció que hubo “deficiencias” en la respuesta al terremoto ya que “no es posible estar preparado para un desastre como este”, según informó AFP.
“Al principio hubo problemas en los aeropuertos y en las carreteras, pero hoy las cosas se están volviendo más fáciles y mañana será aún más fácil”, dijo Erdogan.