El Papa Francisco aceptó la renuncia del obispo auxiliar de Cincinnati, Joseph R. Binzer, en Ohio, quién no reportó ante sus superiores a un sacerdote que será juzgado por la presunta violación de un niño.
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El anuncio del Vaticano el jueves no entró en detalles, pero la arquidiócesis de Cincinnati observó que Binzer fue despedido como director de personal sacerdotal “porque no transmitió las inquietudes sobre la conducta del padre Geoffrey Drew al arzobispo Dennis Schnurr” y la junta de personal sacerdotal.
Drew está acusado de violar al niño en las décadas de 1980 y 1990, años antes de su ordenación sacerdotal, cuando era director de música de una parroquia suburbana de Cincinnati. Drew se ha declarado inocente.