Los ecuatorianos decidirán en un histórico plebiscito si permitirán explotar uno de sus principales yacimientos de crudo. Los ambientalistas quieren dar al mundo un ejemplo de protección de la Amazonía mediante el voto popular, mientras que la demanda del petróleo sigue en alza.
Es un caso sin precedentes ya que es primera vez que se le otorga el poder a los ciudadanos sobre la explotación de crudo en una región. A la votación están llamados 13,4 millones de ecuatorianos para decidir el futuro de uno de los principales pilares de la economía nacional, ya que representa casi una décima parte del producto interior bruto (PIB).
La estatal Petroecuador pretende hacer nuevas perforaciones en el sur del yacimiento Bloque 43-ITT, ubicado en el Parque Nacional Yasuní. Se trata de una reserva natural, considerada como el corazón de la Amazonía ecuatoriana, en la que hay un sin número de especies que se verían afectadas, así como las comunidades indígenas que viven en la zona.
La batalla legal para llegar a estos comicios duró 10 años contra los órganos electorales de Ecuador, según indicó la agencia de noticias EFE. De este yacimiento salen a diario unos 55.000 barriles de petróleo que representan el 11% de la producción nacional. En caso de cesar las actividades el Gobierno dejaría de obtener 1.200 millones de dólares en beneficios al año.
