El primer ministro de Irak, Adel Abdelmahdi, informó la liberación de 2.500 personas que fueron detenidas durante las manifestaciones, no obstante, indicó que el Estado se encuentra “bajo gran presión” y el compromiso del Gobierno para resguardar el “orden público”, justo cuando casi se cumplen dos meses de movilizaciones en la nación.
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Los iraquíes llevan casi 60 días en las calles pidiendo la salida de los políticos que representan a la nación así como exigen el fin de la corrupción. De igual manera, demandan la función de los servicios básicos.
Durante este tiempo, más de 300 personas han fallecido y miles han resultado heridas, no conforme con esto, la represión policial se ha manifestado en las calles, hecho que ha sido denunciado por organismos de Derechos Humanos (DDHH).
