La Guardia Costera sueca descubrió una cuarta fuga de gas en los gaseoductos de Nord Stream 1 y 2, en el mar Báltico, siendo dos en la zona perteneciente a Dinamarca y otras dos en la zona de Suecia.
“Se trata de un vertido grande de unos 900 metros de diámetro y otro menor de unos 200 metros”, dijo el portavoz de la Guardia, Jenny Larsson.
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Dinamarca, Polonia, Estados Unidos y Noruega atribuyeron dichos escapes a un sabotaje que esta siendo investigado, mientras la OTAN aseguró que respondería “unida y con determinación” a cualquier ataque contra infraestructuras críticas de sus aliados.
Hasta ahora las investigaciones se tornan lentas debido a que continúa saliendo gas de las tuberías, impidiendo la aproximación a las zonas afectadas.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, calificó la situación de “extremadamente peligrosa” y evitó definirlo como un “atentado terrorista”.
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