Tras una semana del trágico incendio que cobró la vida de 39 migrantes en Ciudad Juárez, el temor y el reclamo de justicia se mantiene entre los extranjeros varados en esa ciudad mexicana, pues continúan las dudas sobre lo que ocurrió esa noche.
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El principal temor de los migrantes es ser detenidos por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) porque en esas instalaciones fue que ocurrió el incendio y ahora decenas de indocumentados se han refugiado en albergues o en zonas no permitidas.
A esto se le une que si son capturados podrían quedarse a un paso de llegar a Estados Unidos e incluso ser deportados a sus países de origen por las autoridades mexicanas, motivo por el que habría iniciado el incendio del pasado lunes que terminó en tragedia.
“Nos quedamos en este lugar porque no tenemos plata para comer ni para rentar una habitación. Nosotros le tenemos miedo a Migración, porque ellos siempre quieren mandar a uno para atrás (retornarlo a su país), si ahora fue un incendio, uno no sabe si para la otra será bomba”, dijo a EFE un migrante venezolano.
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