La primera ministra británica, Liz Truss, planea congelar las facturas de energía durante 18 meses y permitirá que las empresas suministradoras de gas y electricidad obtengan préstamos del Gobierno para subsidiarlas.
El precio máximo que las compañías podrán cobrar a partir del 1 de octubre en los hogares del Reino Unido será de 3.549 libras (4.202 euro) al año, lo que supone un alza del 80%, según anunció el pasado 26 de agosto el regulador energético británico, Ofgem.
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Ante la gravedad de la situación, Truss tiene previsto anunciar este jueves su nuevo plan para ayudar a las familias británicas, garantizando préstamos a las empresas de energía que se utilizarían para congelar o al menos reducir las facturas este invierno y el próximo.
Para la empresa energética Scottish Power, congelar todas las facturas al límite máximo actual de 1.971 libras (2.286 euros) durante dos años costaría casi 100.000 millones de libras (116.000 euros).
Inflación y alza de tarifas en la energía serían algunos de los retos económicos que enfrentaría Liz Truss (@trussliz), según María Victoria Cristancho (@mavicristancho), periodista. #6Sep
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— VPItv (@VPITV) September 6, 2022
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