Nueva Zelanda volvió a confinar a sus más de cinco millones de habitantes tras reportarse el brote de la variante delta, que para este miércoles acumula 10 infecciones locales.
Esta medida drástica y temprana se adoptó tras detectarse, por primera vez en casi seis meses, el contagio de un residente de Auckland, que se desplazó el fin de semana a Coromandel con la covid-19.
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Desde entonces se han reportado nueve infecciones más, entre ellas una persona que trabaja en un hospital de Auckland, que tiene 1,7 millones de habitantes y es la ciudad más poblada del país oceánico
“Los resultados de anoche confirmaron que se trata de la variante delta y que está ligada, mediante la secuencia genómica, a infecciones del brote de Nueva Gales del Sur (epicentro de la tercera ola de covid-19 en Australia)”, dijo a periodistas en Wellington, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern.
La mandataria, elogiada mundialmente por su gestión frente a la covid-19, había decretado el confinamiento por tres días de los más de cinco millones de habitantes del país, aunque aquellos que viven en Auckland y la península de Coromandel estarán confinados durante siete días.