La posible relación de casos de microcefalia en bebés nacidos de madres que tuvieron zika motivó a la Organización Mundial de la Salud a declarar emergencia internacional para que haya respuesta coordinada entre los 25 países donde se reporta esta enfermedad y así contener la expansión del virus.
El evento de emergencia internacional se dicta cuando hay un problema de consecuencias en la salud pública para más de un país y hacer un trabajo mancomunado. El objetivo es obtener una mejor movilización de recursos económicos para tratar de frenar la propagación.
Las mujeres embarazadas son las personas que más preocupan a la OMS porque desde que se reportó el primer caso de zika en Brasil, en mayo de 2015, el gobierno de ese país contabiliza 4.180 casos sospechosos de haber desarrollado la malformación, que hace que la cabeza del niño y su cerebro sean más pequeños que los de otros de su misma edad, además de 49 bebés fallecidos por esa causa. Mientras que en Colombia hablan de 2.000 mujeres embarazadas que adquirieron la enfermedad y en el Norte de Santander nació el primer niño con microcefalia de una madre que tuvo el virus.
La Sociedad Venezolana de Infectología indicó que en el país hay tres mujeres que tuvieron zika en el primer trimestre del embarazo y los ecos realizados después de contraer la enfermedad indican que los bebés podrían tener la malformación. Otras 13 mujeres están en observación y otras 3 están aisladas en la Maternidad Concepción Palacios, se les hizo la muestra de sangre por tener síntomas sospechosos de zika.
La ministra de Salud, Luisana Melo, solo ha admitido que hay 4.500 casos sospechosos de zika y 255 personas que tuvieron Guillain-Barré (trastorno autoinmunitario), enfermedad que posiblemente esté asociada a complicaciones causadas por el virus.
La última vez que la OMS declaró el estado de emergencia internacional por un asunto de salud pública fue en agosto de 2014 cuando hubo brote de ébola en tres países de África Occidental.
