El papa Francisco celebró la misa del Domingo de Pascua en la Plaza de San Pedro en Roma, donde dio por culminada la Semana Santa con la bendición del ‘urbi et orbi’ enfocada hacia la violencia desatada en Jerusalén.
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El pontífice pidió “diálogo entre israelíes y palestinos, de modo que la paz reine en la Ciudad Santa y en toda la región”, también pidió que cese la guerra en Ucrania y rogó por la paz y el fin “de todos los conflictos que tienen de sangre el mundo”.
Luego de la misa paseó entre la multitud en el Papamóvil, donde muchos feligreses que acudieron a recibir la bendición gritaban en voz alta “¡Viva il Papa!”.
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