El papa Francisco pidió este viernes “que callen las armas“, minutos después de llegar a Irak, como parte de la primera visita de un pontífice en un país lleno de guerras.
El “santo padre” ofreció estas declaraciones haciendo referencia a la guerra que azota al país desde hace décadas, como la invasión de los Estados Unidos a Irak en el 2003 y el reciente ataque con diez cohetes contra la base militar Ain al Asad, en el oeste de Irak, donde albergan tropas norteamericanas.
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La máxima autoridad del Vaticano, arribó a la nación del Oriente Medio, con fuertes medidas de seguridad como “un peregrino de la paz”, para fortalecer a uno de los territorios cristianos más antiguos.
“Basta de violencia, de extremismos, de facciones, de intolerancias“, dijo el papa.
Francisco, de 86 años, cumplirá una agenda apretada de tres días en el país asiático, donde se reunirá con ayatolá Alí Sistani, máxima autoridad chiita.
El argentino fue recibido este viernes el en aeropuerto de Bagdad por el ministro de Irak, Mustafa al Khadimi, y una delegación del gobierno.
