Con el objetivo de frenar la expansión de la covid-19 ante la segunda ola de la pandemia, el gobierno de Paraguay decretó mayor restricción horaria de movilidad a partir de este lunes, así como la suspensión de las clases presenciales en 23 ciudades.
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En toque de queda quedó establecido “de cero a las 20 horas hasta las 5 de la madrugada en zonas consideradas rojas, dando prioridad a las fuerzas públicas para establecer niveles y modelos de control mucho más rígidos”, explicó el ministro de Interior, Arnaldo Giuzzio.
Por su parte, el ministro de Salud, Julio Borba, dijo en una rueda de prensa que durante dos semanas también regirá “el trabajo en cuadrilla obligatorio en el sector público y a modo de recomendación en sector privado”.
Borba agregó que el horario de los funcionarios será hasta las 13 horas máximo, a fin de que “no vayan a la alta carga de contagios” que afronta la Asunción.
A la lista de las 23 ciudadanos más afectadas por la pandemia por la segunda ola, incluye la Ciudad del Este, segunda urbanización del país.
“Según como se vaya presentando la situación epidemiológica, en Semana Santa podríamos tomar medidas más restrictivas”, al reiterar que actualmente los servicios de salud tanto públicos como privados “están repletos”, expresó Borba.
En cuanto a las clases presenciales, el ministro de Educación, Juan Manuel Brunetti, anunció que serán paralizadas a partir del 25 de marzo para que los profesores de las zonas afectadas “puedan acompañar a los estudiantes en la educación a distancia” entre el 22 y 24 de marzo.
