El presidente de la Asamblea Nacional, diputado Henry Ramos Allup, (Unidad- Dtto. Capital), aseguró este viernes que el gobierno venezolano no acepta la apertura de un corredor humanitario para atender la urgente necesidad de alimentos y medicinas en el país, porque eso significaría la aceptación de la crisis humanitaria.
“Con una disposición levísima del gobierno tendríamos una buena parte del problema resuelto, porque tendríamos una gran cantidad de medicinas provenientes de diversos países que se han ofrecido sin segundas intenciones, pero estamos frente a un gobierno que prefiere que la gente se muera por falta de alimentos o medicinas con tal de no admitir que estamos en crisis”, afirmó en rueda de prensa ofrecido ante los medios de habla hispana en la ciudad de Miami, en los Estados Unidos de América.
Abundó en detalles sobre esta percepción, informando que escuchó recientemente a un representante del oficialismo que confesó no poder aceptar esta propuesta de ayuda humanitaria, con el argumento de que se podría interpretar como una especie de intervención extranjera.
Ramos Allup también se refirió a la importancia de la votación que permitió el pasado jueves 23 de junio que se discutiera sobre la situación de Venezuela en la sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA), recalcando que el resultado 20 a 12, con 2 abstenciones, evidencia que existe preocupación sobre las consecuencias de un posible estallido en nuestro país. “Hasta por instinto de conservación los países están reaccionando, cualquier explosión en Venezuela les afectaría”, afirmó, en compañía de los también diputados Luis Carlos Padilla, Wiiliam Dávila, Luis Florido y el dirigente del partido Voluntad Popular, Carlos Vecchio.
Igualmente fue consultado sobre la posibilidad real de diálogo en el país, asegurando que de producirse se buscará un territorio distinto a República Dominicana, en vista de que quedó demostrados que es un territorio al servicio del gobierno venezolano.
“Cualquier interlocutor que diga que apuesta al diálogo es normal, y lo reconocemos así, es un mecanismo de resolución de conflictos”, explicó al agregar que sobre la situación venezolana se ha vuelto un clamor de todo el mundo, comenzando por el Vaticano.
El líder del parlamento afirmó que se va a seguir apostando al diálogo, entre otras razones porque “no podemos darle en bandeja de plata al gobierno el argumento de que esos son los violentos que quieren la guerra”.
Sin embargo, reiteró que no se permitirá a la Unidad Democrática que alguien pretenda marcar la pauta, explicando que hay unos temas que deben abordarse y que son irrenunciables, así como el gobierno también puede plantear su agenda.
El Referendo Revocatorio es un mecanismo que no está en discusión, afirmó, agregando que se ha propuesto a sabiendas de la desventaja institucional que se enfrenta, como la existente en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015.
“Incluso sabemos de eventuales sentencias del TSJ, ya lo he dicho recientemente, pero no nos anticipemos, veamos cuál es el comportamiento que hay cuando se produzca la respuesta a esta validación de las firmas, ya logradas”, dijo Ramos Allup, quien también se refirió al descrédito que padecen tanto el poder judicial como la Fuerza Armada.
“El TSJ nos avergüenza como país mundialmente, esos magistrados deberían estar “procesados y procesadas, y presos y presas”, refirió al recordar la cantidad de decisiones que se han producido en contravención a la Constitución y al mandato del pueblo reflejado en la conformación de la AN.
Asamblea Nacional.
