Seis miembros de una familia perdieron la vida en medio de una “ejecución similar a la de un cartel” en su vivienda relacionada con actividades ilícitas de narcotráfico en California, Estados Unidos, según las autoridades policiales.
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Entre las víctimas mortales están una madre de 16 años, su hijo de 10 meses, la abuela y la bisabuela del niño. Las cuatro generaciones de la familia Parraz se encontraban en su casa cuando dos sospechosos comenzaron a disparar desde un trailer cercano en horas de la madrugada del pasado lunes.
La vivienda ubicada en Goshen, una pequeña localidad ubicada entre Los Ángeles y San Francisco, había sido allanada recientemente por las autoridades policiales, que presuntamente encontraron marihuana y metanfetaminas escondidas.
El alguacil del condado de Tulare, Mike Boudreaux, declaró que la policía está buscando a dos sospechosos, de los cuales no proporcionó sus nombres y que actualmente “tienen mucha información sobre el caso”.
“Nada de esto fue por accidente. Fue deliberado, intencional y horrible”, añadió.
En el lugar de los hechos, la Policía encontró dos cuerpos en la calle y los otros dentro de la vivienda. Además, la evidencia forense muestra que el asesino se paró sobre el niño y su madre, que parecían estar huyendo de la escena, y les disparó a la cabeza desde arriba.
Las víctimas que fueron identificadas como:
Rosa Parraz, de 72 años
Eladio Parraz Jr, 52 años
Jennifer Analla, 50 años
Marcos Parraz, 19 años
Elyssa Parraz, 16 años
Nycholas Parraz, 10 meses
Según los medios locales, Elyssa Parraz era originaria del norte de California y había estado viviendo con la familia del padre del niño en Goshen, en el centro de California.
Sobre el siniestro, Boudreaux dijo que son “similares a las ejecuciones de pandillas de alto rango, y el estilo de ejecución que cometen”, porque las víctimas fueron “tiroteadas en lugares donde un atacante sabía que se daría una muerte rápida”.
Para facilitar la investigación, la oficina del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) emitió una recompensa de 10.000 dólares por información que conduzca a un arresto.
Hasta el momento, las autoridades continúan esclareciendo los hechos con monitoreo constante en las fronteras de México y Canadá en busca de los presuntos asesinos, mientras esperaban este viernes los resultados postmortem de las víctimas.
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