Cada vez son más personas, huyendo de las crisis sociales y económicas en sus países, optan por la migración y lo arriesgan todo para llegar a Estados Unidos.
Uno de los pasos más utilizados es la frontera con México y Texas, mejor conocido como Río Grande. Para poder llegar allí los migrantes se enfrentan a una serie de obstáculos y suelen creer que al pisar suelo norteamericano todos sus problemas se acaban, pero la realidad es que puede que apenas empiecen, así VPItv lo pudo constatar en el documental: Después del Cruce con el periodista, Sergio Novelli.
Hay quienes deciden entregarse a la policía migratoria y deben cumplir con un proceso judicial complicado que puede llevarlos a estar presos por un tiempo indefinido en un centro de detención.
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La abogada experta en migración, Joodie Goodwin, explicó que estos son centros privados que reciben por pagos de parte del Estado para mantenerse en pie.
Estos establecimientos no se rigen por una ley, solo cumplen ciertas reglas y condiciones que no siempre son las mejores para los detenidos.
“Dos centros de detención, uno en Alabama y uno en Georgia eran tan horribles que el gobierno los cerró”, aseguró Goodwin.
Algunos de estos centros están ubicados en la frontera, pero hay otros que se encuentran en varios puntos del país y puede que envíen a los detenidos a cualquiera de ellos y, además los roten por los mismos.
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— VPItv (@VPITV) June 29, 2021
Actualmente la abogada está asesorando a un grupo de 12 venezolanos que están detenidos desde hace dos meses.
Se dice que hay preferencias por los cubanos o los venezolanos por la grave crisis que se vive en estos países pero la realidad es distinta, de igual manera pueden ser apresados o deportados.
Héctor López, abogado experto en migración, señaló que: “Las personas que se entreguen en el puerto de entrada sin haber cruzado están puestas están sujetas a una detención mandatoria y lamentablemente estarían bajo la jurisdicción de las autoridades fronterizas y es completamente a su discreción liberarlos, puede ser con una fianza otorgada por ellos mismos, puede ser que los dejen salir en su propio nombre también o que les den un parole (Libertad condicional)”.
Venezolanos en centro de detención
Una migrante venezolana contó que estuvo un mes y siete días detenida y la liberaron por tener un problema en la columna. Aseguró que no haría pasar a sus padres por esa misma situación.
“Esperé 20 días y lo más difícil fue la espera en detención. Tenía, miedo por no saber qué iba a pasar. Los oficiales te hacen sentir segura, desde que llegué pensé que lo que pasamos en Venezuela íbamos a olvidarlo fácil pero lo que pasamos con el oficial fue fuerte. Ellos se dieron cuenta y nos dijeron que estuviéramos tranquila”, contó otra venezolana que estaba a la espera de sus familiares.
