Tras la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla La Palma, la calidad del aire se transformó “muy desfavorable” debido a la concentración de microgramos de dióxido en el ambiente.
La concentración de dióxido de azufre en La Palma superó este 1 de noviembre los límites establecidos por la Unión Europea (UE) para declarar la alerta por la presencia de este gas en la atmósfera, y se trata de la tercera ocasión en la que esto se produce desde que se inició la erupción volcánica el pasado 19 de septiembre.
Según indica el gobierno canario, la calidad del aire es “muy desfavorable” si la concentración de 500 microgramos de dióxido de azufre por metro cúbico de aire si se supera durante tres horas, y eso se ha producido el 23 de octubre en Los Llanos de Aridane, dos días después en Puntagorda, y la pasada madrugada en este último municipio.
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De acuerdo con la UE, es obligatorio declarar la alerta si la concentración se supera en un periodo de tres horas consecutivas, y en el primer caso la superación llegó a las cinco horas, en el segundo a tres y en de la pasada madrugada a cinco.
La presencia de dióxido de azufre afecta a la salud humana al irritar ojos, mucosas y piel, y también provoca afecciones en el sistema respiratorio.
El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) señaló que mientras se mantenga el fenómeno habrá que utilizar mascarilla FFP2 en la calle, y recomendó que “lo mejor es quedarse en casa”. También pidió que las personas “particularmente sensibles” usen lentes si salen.