La aprobación en primera lectura de una ley sobre agentes extranjeros ha desatado una serie de protestas en Georgia en rechazo a la legislación, calificada de “antidemocrática” por parte de sus detractores.
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Las manifestaciones tienen lugar en el centro de la ciudad de Tiflis, donde han arrojado bombas molotov y piedras contra los cuerpos de seguridad, los cuales han respondido con gases lacrimógenos y acciones para dispersar a las multitudes, según reportes de la prensa de ese país.
Con 76 votos a favor y 13 en contra, el parlamento georgiano dio su vistobueno a la ley “de agentes extranjeros”. La tensión creció dentro del hemiciclo por una serie de peleas entre los miembros de este Poder, según lo reportado por medios de ese país.
La ley establecería que las organizaciones que reciben más de 20% de sus fondos desde el extranjero estarán obligadas a registrarse como “agentes extranjeros”, y someterse a la supervisión del Ministerio de Justicia.
El contenido de la ley, calificado por algunos críticos como un camino hacia el autoritarismo, habría dado paso a una gran polarización en el país exsoviético.
Desde la Unión Europea rechazaron, a través del Servicio de Acción Exterior, la aprobación en primera lectura de la ley, además de advertir que la misma es un paso “muy malo para Georgia y su gente”.
Estados Unidos, mediante su embajada en Georgia, afirmó que hoy es un “día negro para la democracia” en ese país, y agregó que la ley “no se corresponde con el deseo de Georgia de integrarse a Europa”.
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