Las encuestas en Argentina perfilan al diputado de ese país, Javier Milei, como uno de los candidatos con mayor intención de voto para ocupar el primer despacho en la Casa Rosada una vez finalice el gobierno de Alberto Fernández, quien confirmó meses antes su decisión de no optar por un nuevo mandato.
Lea también: Economista Javier Milei se aseguró un puesto en el Congreso de Argentina y tildó de “tirano” a Alberto Fernández
Con intenciones de reducir el tamaño del Estado e incluso la eliminación del Banco Central argentino para hacerle frente a la inflación que atraviesa el país austral, el mensaje de Milei también ha calado entre sus conciudadanos por su incendiaria retórica antipolítica, especialmente por las críticas que ha espetado a la clase gobernante y opositora.
Medios de comunicación locales como El Clarín reseñan que el economista de tendencia liberal podría ser el candidato con más propabilidad de captar votos.
El esmeril con el que la propuesta de Milei saca filo es el currículo profesional del parlamentario. Por más de 20 años se ha desempeñado como profesor de economía, además de ocupar cargos de relevancia en el Hong Kong and Shanghai Banking Corporation Limited (HSBC).
La reducción de impuestos, legalizar la venta de órganos humanos o la privatización de la educación pública son parte de la punta de lanza del paquete de reformas que un gobierno de Milei implementaría y que, al parecer, ha calado entre la ciudadanía argentina.
Sin embargo, expertos citados por la Deutsche Welle (DW) como el doctor en economía, Luis Argüero, consideran poco viable la aplicación del algunos postulados de Milei en la materia, particularmente la eliminación del Banco Central debido a su papel fiscalizador.
“Esta institución tiene un rol de coordinador de políticas bancarias, por lo que me cuesta imaginar que se elimine. Se necesita una autoridad que imponga reglas a los bancos, como en casi todos los países del mundo”, explicó el experto.
Una opinión similar ofreció también a la DW el director del Instituto de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad del Salvador, Juan Miguel Massot: “los Bancos Centrales son necesarios, crean liquidez; ese ha sido su rol desde la crisis de 1930. No está claro como Milei y su equipo generarían esa liquidez”.
En lo social, Milei podría estar dirigiendo su discurso a la clase media, a consideración del profesor titular en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Forster, lo cual catalizaría la intención de voto que hasta ahora capta, según los sondeos.
“Milei, en su discurso explosivo y ultraliberal, identifica al Estado como el culpable, y canaliza las emociones de dichos sectores poblacionales”, describió Forster a DW.
“Soy anarcocapitalista de largo plazo y minarquista de corto”
Esta oración proferida por Milei es descrita en un artículo de Pablo Stefanoni en revistaanfibia.com como “exótica”. En una entrevista concedida en 2018, el ahora diputado definió las palabras “minarquista” y “anarcocapitalista” de la siguente forma:
“Minarquista es que el Estado solo se ocupe de seguridad y justicia. Y anarcocapitalista que, cuando la tecnología lo permita, se lo elimine. Incluso en temas como seguridad y justicia. Todo sería de dominio privado”.
Con relación a esto último, Milei explicaría que la tecnología ya podría permitir la privatización de las calles y, por ejemplo, darle información a la ciudadanía de cuánto pagar al Estado con base en las condiciones de las vías públicas.
En concordancia con el mensaje antipolítico que refiere, Milei dijo para entonces que en cao de elegir entre el Estado y la mafia, se quedaría con la mafia.
“Porque la mafia tiene códigos, la mafia cumple, la mafia no miente. Y, sobre todas las cosas, la mafia compite”, dijo Milei en su momento.
