Un grupo de médicos salvaron la vida de un niño palestino que sufrió una decapitación interna tras ser atropellado por un automóvil. En una compleja cirugía los cirujanos del Centro Médico Hadassah, ubicado en la ciudad Jerusalén de Israel, lograron unir la cabeza al cuello.
A principios del mes de junio, Suleiman Hassan, de 12 años, estaba manejando su bicicleta cuando ocurrió el trágico evento. Los médicos señalaron que los ligamentos que sostienen la base posterior del cráneo quedaron severamente dañados, lo que separó las vértebras superiores de la columna vertebral. La cirugía es posible sólo si los vasos sanguíneos principales siguen intactos para preservar el flujo de sangre al cerebro.
La lesión es muy rara y representa menos del 1% de las lesiones de la columna. La verdadera incidencia de la decapitación interna es desconocida, ya que el 70% de las víctimas mueren instantáneamente o de camino al hospital.
“Luchamos por la vida del niño”, dijo Ohad Einav, uno de los cirujanos que operó al paciente. El diario local The Times of Israel indicó que la lesión fue reparada al momento del accidente, pero el hospital de Jerusalén esperó un mes para anunciar los resultados.
El especialista indicó que el paciente fue dado de alta y los médicos siguen monitoreando su recuperación. “El hecho de que un niño así no tenga déficits neurológicos ni disfunciones sensoriales o motoras, y que esté funcionando con normalidad y caminando sin ayuda después de un proceso tan largo, no es poca cosa”, dijo Einav.
