Septuagenario brega día a día entre la crisis, con pocas herramientas y la solidaridad neoespartana

Israel Bautista Mariño se asentó en la isla de Margarita desde el estado Bolívar en busca de un mejor futuro junto a su esposa y su hijos, pero luego de 30 años de aquel momento, ahora las calles de Nueva Esparta se han convertido en el lugar donde transcurre sus días, en una constante lucha por sobrevivir.

 

Lea también: A falta de derechos, fe y fortaleza – Rostros de la Crisis

 

Al recordar qué le atrajo de la región insular, destaca que fue “la tranquilidad”. Transcurrió el tiempo y sus hijos estudiaron, siendo alumnos destacados, según cuenta. Pero un accidente laboral lo incapacitó para buscar, en pleno uso de sus facultades físicas, el sustento de su casa.

“Tengo la pierna reventada. Me la partí en varias partes. Debo estar de pie y sentado durante cortos períodos de tiempo”, cuenta el hombre, quien perdió contacto con sus hijos hace más de 12 años. Hablar de ellos le duele. Es un tema que evade siempre que puede.

Actualmente se encuentra en condición de calle. Es en los semáforos de la avenida Terranova donde logra conseguir algo de dinero gracias a las limosnas de transeúntes y conductores. Su incapacidad física es notoria, así como su sinceridad para con quienes conversa y pide ayuda.

Dos dólares es lo mínimo que Israel busca a diario para, al menos, no dormir en las calles y pagar la habitación donde pernocta. Y aunque agradece a las personas que le ayudan, el mayor crédito se lo da a Dios.

En esta emisión de Rostros de la Crisis puede ve la historia de este septuagenario y ver lo que es estar en situación de calle, y quedarse sin herramientas para avanzar.

 

Sintoniza nuestros contenidos en YouTube. Visítanos y suscríbete aquí:

Publicaciones Relacionadas

Programación On-Demand

Logo VPItv

Suscríbete al Servicio de Noticias

¡Mantente siempre informado!

Copyright © 2020 VPI TV – Developed by Rubik