El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó que la aplicación de una política de control de armas se traduzca en una disminución de la violencia por armas de fuego, a propósito del tiroteo en la primaria Robb de Uvalde, en Texas, que cobró la vida de 21 personas.
La solución para el exmandatario estadounidense tiene como parte la instalación de detectores de metales en los accesos de los colegios, así como la colocación de puertas que puedan bloquearse desde el interior.
“Las políticas de control de armas impulsadas por la izquierda no habrían hecho nada para evitar el horror que tuvo lugar. Absolutamente nada”, aseveró Trump durante la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) en la ciudad de Houston.
Además de lamentar el fatal desenlace, Trump indicó que la culpa de este hecho se debió a la salud mental de Salvador Ramos, el joven de 18 años que arremetió contra las personas en la primaria tejana.
“El monstruo que cometió este crimen es pura maldad, pura crueldad, puro odio. Cada vez que una persona perturbada o demente comete un crimen tan horrible, siempre hay un esfuerzo grotesco por parte de algunos para utilizar el sufrimiento para promover su agenda política extremista”, agregó el expresidente estadounidense.
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