La crisis económica que atraviesa Venezuela no solo ha llevado a la población a irse del país, también ha obligado a muchos a dejar de lado la ayuda a los más necesitados.
La Casa Hogar Alivio Padre Pío, ubicada en el municipio Miranda del estado Falcón, pasó de tener más de 20 donantes al mes, a solo contar con unos tres o cuatro para ayudar con el sustento de los siete ancianos que allí conviven.
Esta institución católica fue fundada por el Monseñor Francisco José Turiza “con el fin de ayudar a los más necesitados del estado Falcón y darle calidad de vida a cada una de esas personas con la Asociación Cívil En ti confío”, explicó el director de la casa, José Lovera.
En sus inicios la casa albergó a más de 20 ancianos, pero poco a poco ese número ha disminuido. Las carencias van desde el aspecto económico hasta la infraestructura, la alimentación y la medicina.
“Hay voluntarios que se han ido del país, hay empresarios que nos ayudaban constantemente con la alimentación, la medicina y productos de limpieza, todo eso fue disminuyendo debido a la crisis. Ahora es muy difícil hacer caridad en Venezuela”, aseguró Lovera.
Cada uno de los adultos mayores representa un gasto diario de seis dólares aproximadamente (entre alimentos, medicinas, productos de higiene, pañales, colchones, sabanas), sumando al mes más de $150 por persona.
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“Sabemos que nuestras familias venezolanas están pasando por una crisis social a nivel familiar que a veces cuesta de las tres harina de maíz que tienen en la despensa, donar una, pero yo le digo a todas esas personas que puedan y especialmente al Estado que por favor no se olviden de instituciones como esta, que lo único que hacemos es entregar nuestras vidas al servicio de los más necesitados”, dijo el director de la casa hogar.
