Contratar el servicio de un taxi en el pasado era un lujo que muchos se podían permitir porque sus ingresos eran suficientes y la economía de Venezuela estaba relativamente “estable”.
Con la inflación y la escasez del combustible, los precios de este tipo de transporte se incrementaron y con ello disminuyó su uso, la tarifa básica está por encima de los $3.
Para quienes están frente al volante a diario, esta situación representa un reto pues deben generar un presupuesto suficiente para pagar la gasolina (subsidiada o dolarizada), pagar los gastos del hogar, hacerle mantenimiento al automóvil y tener un extra por cualquier imprevisto.
“El mantenimiento mensual, estamos hablando de los repuestos consumibles, lo que es aceite, pastillas de freno, ligas de freno, está alrededor de unos $100. Daños mayores estamos hablando de mucho más dinero, corremos el riesgo de quedar sin trabajo”, aseguró Kleyser Calderón, taxista.
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A su juicio, hoy en día las personas solo usan taxis para hacer alguna diligencia puntual o por una emergencia.
La inseguridad es otro tema que mantiene a los taxistas en alerta pues, los delincuentes cada día ponen en marcha nuevas estrategias para robar.