Luego de un viaje de más de dos meses por 10 países y cruzando la selva del Darién, Anabel y Crisman Urbáez junto a sus dos hijos y su perro lograron llegar a un refugio familiar en Brooklyn, Estados Unidos.
CNN reseñó que la migración de la familia venezolana comenzó en Lima, Perú, pero se convirtieron en “blanco de comentarios xenófobos” y decidieron buscar “el sueño americano”.
La familia atravesó países como Ecuador, Colombia y Panamá. Crisman aseguró que subieron al perro, llamado Max, en varios autobuses envuelto en una manta para hacerlo pasar por un niño.
Cuando llegaron a Estados Unidos, los funcionarios de inmigración no quisieron aceptar a Max en el país. Hasta que un oficial tuvo compasión y les dio la dirección del refugio donde estaría el perro para que lo buscaran una vez que estuvieran en libertad.
La familia ahora vive en un refugio en Bushwick, Brooklyn. Aunque finalmente tienen un lugar para dormir, todavía se sienten “como si estuvieran en el limbo”, pero están agradecidos de haber llegado a Estados Unidos.