El coordinador político de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, en compañía del estudiante y exiliado político, Marco Coello, se reunió con los diputados del congreso de los Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart, para tratar la grave crisis de Derechos Humanos que vive Venezuela y de la importancia que tiene la Ley de Amnistía como un primer paso para reconciliar a Venezuela, por lo que pidió el respaldo de los congresistas para impulsar el apoyo a dicha ley desde otros órganos legislativos.
“Aún continúan los casos de atropellos contra los Derechos Humanos, sobre todo en el caso de torturas para los presos políticos. No solo torturas físicas sino también psicológicas, como es el caso de Leopoldo López, detenido en Ramo Verde, los diputados Rosmit Mantilla, Gilberto Sojo y Renzo Prieto, retenidos en el Sebin, de Alexander Tirado y Raúl Emilio Baduel, recluidos en Tocuyito, Laided Salazar de Zerpa, recluida en Ramo Verde y con grave estado de salud y más de 78 presos políticos. Desde la Asamblea Nacional se quiere tender un puente para la paz y la reconciliación del pueblo. La Ley de Amnistía debe contar con el respaldo de toda la región para reencontrarnos como venezolanos y por la liberación de los presos políticos”.
Vecchio informó que el joven Marco Coello, aprovechó la oportunidad para explicar a los congresistas republicanos la historia de su injusta reclusión y el por qué hoy está en el exilio. “Durante este encuentro, Marco narró su detención arbitraria por parte de funcionarios del Estado venezolano, de las torturas físicas y psicológicas, golpes, atropellos en el CICPC para obligarlo a declarar en contra de Leopoldo López durante el juicio”.
El dirigente progresista manifestó que los venezolanos decidieron por el cambio con los resultados del 6 de diciembre. “El pasado 6 diciembre el pueblo expresó un rechazo a esta política que metió a Venezuela en la peor crisis de su historia republicana, en lo económico, social y sobre todo en la eliminación de las libertades y de los Derechos Humanos. Ese triunfo implica que los venezolanos están buscando un cambio y que el Gobierno pretendió desconocer la voluntad popular mediante un Tribunal Supremo de Justicia que solo depende de Maduro, porque sus responsables son militantes del PSUV”.
