Cuando la bióloga Diana Liz Duque denunció a través de su cuenta en Facebook los actos ilegales del entrenador de las misess, Richard Linares, al tener como mascotas a un par de guacamayas, nunca imaginó que obtendría el odio de una comunidad virtual que terminaría en la suspensión de su perfil en Instagram.
Luego de horas de, a lo que ella calificó como, “ciberacoso” y “cyberbullying” por parte de los seguidores del también conferencista, la ambientalista expuso todos los insultos que habría recibido.
A pesar que esta polémica en redes sociales generó controversia en la comunidad digital venezolana, ¿quién tiene la razón?
Linares explicó en un post de Instagram que no mantiene a estas aves en cautiverio, que ni las cazó, ni amarró. “Que me calumnien y traten de crear una matriz de opinión negativa para hacer que me quiten a #libertad y #venezuela eso si no lo tolero. Siempre les he dicho que no es recomendable tener guacamayas. Estas no las compré. Estoy en contra de la compra de aves ya que incentiva a los vendedores a robar a los pichones para lucrarse. Estas aves llegaron a mis manos porque agentes del orden público me las donaron para que no muriesen. Yo no las pedí ni las robe”, justificó el entrenador.
¿Una guacamaya como mascota?
Pero ahí está el primer punto: ¿Es legal que un funcionario público regale animales a pesar de su estado de salud? Si este agente tendría una licencia para cazar y estos animales se encuentra en un estado de salud delicado -como fue el caso-, lo más indicado es que estos recurren al ministerio de Agricultura y Cría u organizaciones sin fines de lucro pertinentes. Así lo establece el artículo 25 de la Ley de Protección de la Fauna Silvestre.
“Las personas que cacen o sean poseedoras de animales silvestres enfermos, quedan obligadas a informar a los funcionarios competentes del ministerio de Agricultura y Cría, quienes podrán acordar la entrega de dichos ejemplares o cualquier otra medida necesaria para la investigación y control de la enfermedad”.
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Estas aves no solo se encuentran en el hogar de Linares, sino que también son como sus mascotas. Si fueran animales domésticos, lo más indicado es que estuvieran registrados ante las autoridades municipales como lo dicta el artículo 21 de Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio. No hace falta señalar que toda persona que tenga un animal doméstico debe estar al tanto de su resguardo y cuidado como lo establece el artículo 18 de dicha ley.
En conclusión, las guacamayas son animales silvestres que no pueden ser separadas de su hábitat natural y que están bajo la dependencia del ministerio de Agricultura y Cría y el amparo de la Ley de Protección a la Fauna.
Las redes sociales en contra de Diana
La denuncia de Duque indignó a Linares hasta el punto que se pronunció en su cuenta en Instagram e instó a sus seguidores -específicamente dos millones en esta plataforma- a decirles cómo “en realidad” viven sus aves.
“No hubo ninguna invitación a atacarla a ella. Invité a mis seguidores a que le dijeran cómo en realidad viven mis guacamayas, y bueno los seguidores comenzaron a insultarla, pero esta situación comenzó porque ella hizo una matriz de opinión negativa hacia mí por Facebook”.
Pero las reacciones no relataron cómo el entrenador cuida a sus guacamayas, sino de insultos y obscenidades. También de mensajes hostiles de su parte. “Seguramente le diste veneno de ratas luego de tomarte esta foto súper conservacionista”, “Esta está locas que le des seguidores y tu complaciéndose”, dicen algunos comentarios.
Las denuncias a su perfil de Instagram se hicieron notar hasta el punto que la plataforma le suspendió la cuenta a la bióloga. Por esta razón, la profesional recurrió a su Twitter para contar lo sucedido.
“Ya lo había contactado especialistas en aves, sin éxito ya q borraba los comentarios, al ver mi post Richard Linares en lugar de contactarme, defenderse con argumentos o hacer un comunicado público, se dedicó a publicar foto con mi cara, nombre y link hacia mi cuenta instagram”, dijo en hilo la ambientalista.
“La información que puso de que yo quería quitarle sus guacamayas, promovió el odio a sus seguidores que llegaron por miles a escribir toda clase de insultos y burlas en mi IG, incluida una del señor Linares, y burlas sobre mi aspecto físico, en IG yo no había publicado nada sobre eso”.
Ya lo había contactado especialistas en aves, sin éxito ya q borraba los comentarios, al ver mi post Richard Linares en lugar de contactarme, defenderse con argumentos o hacer un comunicado publico, se dedico a publicar foto con mi cara, nombre y link hacia mi cuenta instagram pic.twitter.com/sxNH7Nbe1k
— Diana Liz Duque (@Lizduquesa) February 16, 2020
El poder de los influyentes
Para la asesora comunicacional y directora del Grupo Buen Ser, Karla Poleo, este tipo de situaciones son delicadas de abordar cuando se trata de figuras públicas, ya que poseen una “responsabilidad adquirida” por su poder de influir en las masas.
“Si alguien con visibilidad le pide a sus seguidores ‘hacer algo’, debe saber que esa situación puede escaparse de las manos para bien o para mal (…) dependiendo de la situación y factores asociados, puede convertirse en un problema mayor o no. Entonces, hay que estar consciente de la responsabilidad de los actos y su posible impacto, por muy pequeño que sea”, señaló la comunicadora a VPItv.
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Asimismo, explicó que los seguidores de Linares, como toda la comunidad digital venezolana, “suelen ser emocionales en su forma de reaccionar y expresarse, por lo que así como aman, pueden cambiar de sentimiento radicalmente”. La especialista destacó que las redes sociales en el país han servido como “vía de catarsis para muchos”, pero que la situación pudo abordarse de otra manera.
“Quizás con una conversación o encuentro entre las partes quizás pudo haber evitado malos entendidos. Por otra parte, entiendo lo importante que son para él las guacamayas y está situación tocó unos de sus puntos más sensibles de su vida personal y se vio atacado. Para él las guacamayas son sus hijos y ellos se les defiende a capa y espada. No justifico su reacción pero, entiendo el contexto personal”, dijo la comunicadora.
Richard Linares, luego de la controversia con Diana Liz Duque, se disculpó públicamente y reconoció que no manejo la situación de una buena manera. Hasta los momentos, su cuenta en Instagram se mantiene cerrada.