En ocasiones ocurre que, por desconocimiento, comodidad o por buscar “economía”, los dueños de mascotas caen en manos de falsos veterinarios, quienes sin la preparación adecuada recetan, operan, hacen tratamientos e incluso hasta hospitalizan al animal, lo cual provoca en éste un daño físico o, en el peor de los casos, la muerte, y un gran daño psicológico y afectivo para la familia.
Es por ello que, al aplicar un medicamento, una vacuna o una inyección, debe acudirse con el médico veterinario capacitado para realizar estos y otros procedimientos relacionados con la salud de nuestro amigo peludo.
Si la mascota necesita algún producto para mejorar su bienestar, debemos hacernos las siguientes preguntas:
· ¿Está preparada para recibir ese medicamento o vacuna?
· ¿Cuál es la cantidad adecuada de medicamento que genera beneficios y no daño en el paciente?
· ¿Cada cuántas horas se aplica el medicamento?
· ¿Cuáles son las consecuencias y efectos que tendrá el animal al aplicar ese medicamento?
Estas son algunas de las interrogantes que solo pueden ser respondidas por el profesional en el área, por lo que es necesario y responsabilidad de los dueños que su mascota sea atendida por un médico veterinario debidamente instruido, puesto que en ocasiones podríamos encontrar a personal que no cuenta con la formación suficiente.
Existe una serie de parámetros que nos pueden orientar respecto a reconocer a estos personajes que practican el ejercicio ilegal de la profesión, estafan a la gente y perjudican a las mascotas.
La médico veterinario Ninoska Blanco, egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y miembro directivo del Colegio de Veterinarios del estado Miranda, en una entrevista directa con VPItv mencionó algunas herramientas para reconocer a aquellos que se hacen pasar por personal capacitado.
Los datos necesarios para identificar a un médico veterinario en estatus legal es conocer sus nombres y apellidos, número de cédula de identidad o RIF y la dirección fiscal del sitio donde trabaja. Asimismo, en el sello húmedo debería tener identificado el colegio de médicos veterinarios donde está inscrito junto con su número de colegiación y número de registro ante el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), los cuales son emitidos para garantizar su ejercicio profesional lícito.
Al conocer los requisitos mencionados, se puede solicitar al Colegio de Médicos Veterinarios en el cual está inscrito, si la información contenida en papelería emitida concuerda con la información que reposa en la institución que lleva el registro.
También a través del Registro Nacional Electoral existe la posibilidad de corroborar si es su C.I la que usa para identificarse. De igual forma, en la página web del MPPS en el sistema del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (SACS) y el portal del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI) en el sistema del Registro Único Nacional de Salud Agrícola Integral (RUNSAI) y Sistema Integrado de Gestión para la Movilización Animal y Vegetal (SIGMAV), se pueden constatar los datos del profesional a cargo del bienestar de la mascota.
Blanco destacó que solo el M.V debe realizar el procedimiento que requiera la mascota, aunque puede ser auxiliado por un homólogo y por un técnico o auxiliar veterinario que esté debidamente acreditado por una institución educativa registrada ante el Ministerio de Educación.
Debido a que el técnico o auxiliar no está habilitado para hacer ningún tipo de procedimiento médico veterinario, toda la asistencia que le sea requerida debe ser bajo estricta supervisión del M.V., de lo contrario podrían generarse consecuencias negativas en el animal, de acuerdo con la especialista.
“Algunos de los riesgos parten desde no haber alcanzado la inmunización necesaria ante ciertas enfermedades, la no respuesta adecuada a estados infecciosos por no usar el medicamento adecuado o la dosis adecuada, producir lesiones en puntos de inyección e incluso la muerte por mala praxis al no tener la preparación necesaria para poder diagnosticar”, resaltó la profesional en salud animal en cuanto a las graves consecuencias que pueden sufrir las mascotas al ser tratados por personas no formadas académicamente como médico veterinario.
A pesar de dichos riesgos, muchos propietarios de mascotas no se cercioran de las condiciones en que tratarán a sus compañeros peludos por motivos de “ahorro económico”, que los llevan a asistir jornadas de vacunación, desparasitación, esterilizaciones, limpieza dental o aplicación de tratamientos -por citar algunas- que se realizan en espacios públicos “no aptos” por el alto nivel de contaminación en el área circundante con “material que está sujeto a regulación en cuanto a manejo, clasificación y disposición”.
En Venezuela se han contabilizado varios casos de ejercicio ilegal de la medicina veterinaria, uno de los más recientes fue el pasado mes de febrero, cuando el representante del Ministerio Público (MP), Tarek William Saab, informó sobre la aprehensión de Henry Suárez Hidalgo, quien fungía como falso médico veterinario en la capital venezolana y tenía orden de detención por el mismo organismo.
A través de su cuenta en Twitter, Saab precisó que el ciudadano practicaba intervenciones quirúrgicas, ocasionando “daños físicos irreversibles a las mascotas, llegando incluso a ocasionarles la muerte”, y que sería imputado por ejercicio ilegal de la medicina veterinaria, usurpación de funciones, daños al animal ajeno y maltrato animal.
Sin embargo, Suárez Hidalgo no es el único falso veterinario detenido en los últimos meses. En septiembre de 2021, las autoridades venezolanas también lograron la aprehensión de una persona no capacitada que vacunaba mascotas a domicilio en Guarenas y Guatire.
