Cada 29 de junio se celebra la Parranda de San Pedro, una festividad popular y religiosa que se lleva a cabo en las comunidades de Guatire y Guarenas, en Venezuela, y tiene su origen en la época colonial.
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El día anterior a la parranda se realiza una vigilia en la que se le canta y baila a la imagen de San Pedro. Al día siguiente se realiza una misa en el templo parroquial, para que luego los parranderos salgan cantando y bailando con la escultura del santo.
La historia cuenta que una esclava de nombre María Ignacia, que vivía en “Cantón de Guarenas”, le pidió a San Pedro que curara a su hija, Rosa Ignacia, de una fiebre muy alta que sufrió, prometiendo que saldría a bailar y cantarle todos los 29 de junio.
Milagrosamente la niña se curó y esta mujer cumplió su promesa. Al conocer la historia, cuentos de esclavos decidieron acompañarla. Sin embargo, tras la muerte de María Ignacia, su esposo decidió vestirse como ella y continuar con la tradición.
La festividad fue proclamada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el 5 de diciembre de 2013, y está inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
