Ante la celebración del Día de Reyes que conmemora la adoración del Niño Jesús por parte de los tres reyes magos provenientes del Oriente, familias de varios países del mundo disfrutan con devoción comer el roscón de Reyes, una tradición que junto a desenvolver regalos o presentes, se ha convertido en la más esperada luego de Navidad y Año Nuevo.
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Conocido como el dulce indispensable el 6 de enero, el roscón o rosca para los hispanos, es un pastel elaborado con una masa dulce, adornado con rodajas de frutas confitadas, escarchadas o cristalizadas de diferentes colores. Este puede rellenarse de nata o crema, aunque en la actualidad también utilizan trufas o chocolate.
Generalmente, las personas introducen en su interior sorpresas, como figuritas de cerámicas o de plástico que los comensales llegan a encontrar en alguna rebanada.
¿Cómo se originó esta costumbre?
La costumbre nació en el siglo ll a.C hace al menos 2.000 años, cuando este todavía tenía forma de torta, era el producto mas típico de una celebración llamada “Las Saturnales” que homenajeaban a Saturno, dios de la agricultura. Las fiestas se alargaban durante varias semanas, y una de las principales tradiciones era la de elaborar una torta a base de miel, rellena de higos, frutos secos y dátiles.
El haba
Una característica que debe destacarse, es que dentro del roscón también se introduce un haba seco (especie de guisante). La tradición consiste en que aquel que encuentre el haba debe pagar el roscón.
Sin embargo, en aquel entonces (siglo lll d.C) tenía un significado muy distinto al actual. Se consideraba que el haba era un símbolo de prosperidad y fortuna, de forma de que, quien la hallara tendría buena suerte durante todo el año.
Una tradición que prueba la suerte
Aunque el haba siempre ha sido el gran protagonista a la hora de comer el roscón, tanto en España, donde el dulce navideño es característico de su cultura, como en otros países. Esa tradición dio un giro en el siglo XVlll, ya que la realeza francesa y española comenzaron a introducir en el pastel una moneda de oro con la certeza de que a quien le apareciera sería premiado y el del guisante sería “castigado” a pagarlo.
Hoy en día, las familias festejan bajo esa modalidad a diferencia de que “el premio” (la moneda de oro) esta representado con una figura de cerámica. Otras familias por su parte, únicamente lo celebran con el haba dentro del roscón, asegurando que esa persona tendrá concedida abundante prosperidad y buena suerte durante el año.
Son varios los países en los que se puede degustar este histórico dulce aparte de España, que desde hace al menos 300 años lo prepara.
Francia, Bélgica y Portugal son algunos de ellos.
En México por ejemplo junto a otros países sudamericanos, la tradición española, se prepara con ate y azúcar y esconde dentro pequeñas figuritas del niño Jesús. Otros países que fueron en su día parte del Imperio Español como Venezuela e incluso Filipinas, conservan también la tradición del Roscón de Reyes.