La recuperación económica global está en manos del freno a la pandemia, es decir, del resultado para investigar las mutaciones del virus, las vacunas para ponerle fin a la enfermedad y de la efectividad de las políticas para sostener los países hasta que eso suceda.
El análisis de la triada se desprende del informe presentado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en vocería de la economista jefa, Gita Gopinath, quien igualmente reconoció dudas sobre lo que viene.
Nada está claro, “sigue existiendo una enorme incertidumbre y las perspectivas varían enormemente entre los países”, sostiene el informe, aunque sobre el desempeño de la economía mundial son ahora un poco más optimistas que en octubre pasado, ya que prevén un avance global del 5,5% frente al 5,2% anterior.
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Una de las principales preocupaciones que destaca el organismo son las grandes diferencias en la capacidad para salir de la contracción generada durante el 2020, pues las desigualdades se están remarcando.
“Lo que estamos viendo son velocidades de recuperación muy distintas. Y un golpe mucho más fuerte en las economías en desarrollo, comparados con los niveles previos a la pandemia, que en los avanzados”, aseguró Gopinath.
El Fondo resaltó también el impacto de la crisis en las mujeres, los jóvenes, los pobres, los trabajadores temporales y aquellos que están empleados en ocupaciones en las que hay un contacto físico con los clientes, como la restauración y el comercio.
El informe dice que todo puede ir mejor de lo previsto si la contención del virus da sorpresas positivas, lo que implicaría “mayor consumo, inversión y recuperación del empleo”, pero en caso contrario, la confianza se vería muy afectada y se complicaría más la recuperación.
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En este sentido, el FMI asegura que “si la política de apoyo público se abandona antes de que la recuperación eche raíces, se desbordarán las quiebras de empresas viables, pero sin liquidez, con el consiguiente incremento del desempleo y las pérdidas”. Eso amenazaría la estabilidad de estados, empresas y hogares.
Las proyecciones refieren que España crecerá bastante menos que lo previsto. El Fondo estima que la caída para este 2021 y hasta el 2022 será menor a lo ocurrido durante el 2020, pero hasta el 2023 no tendrá mayor oportunidad de recuperar el PIB y llevarlo a los niveles previos a la pandemia.
“Tras la caída del PIB de alrededor del 11,1% del 2020 , con las alzas esperadas para este año y el próximo del 5,9% y del 4,7%, respectivamente, el PIB español del 2022 todavía estaría 1,5 puntos por debajo del logrado en el 2019”.
Advierte que el panorama es que el Estado empeore sustancialmente sus cuentas públicas y no pueda cumplir con deberes pendientes en lo relativo al déficit y a la deuda, todo lo cual estará condicionando el futuro político y económico.