Dos iraníes ya han sido ejecutados por las autoridades persas y se espera que otras 26, que están siendo juzgadas por participar en la ola de protestas desatadas por la muerte de la joven Mahsa Amini, sufran el mismo destino, una situación que preocupa a Amnistía Internacional y a otros organismos de derechos humanos.
Pese a que las autoridades iraníes no han divulgado los nombres de los enjuiciados, Amnistía Internacional reveló una lista de las posibles identidades de estas personas.
Se cree que son Sahand Nourmohammad-Zadeh, Mahan Sederat Madani, Manouchehr Mehman Navaz, juzgados por separado ante Tribunales Revolucionarios de Teherán.
Asimismo, mencionan a Mohammad Boroughani, y Mohammad Ghobadlou, quienes fueron juzgados con otras cuatro personas: Abolfazl Mehri Hossein Hajilou, Mohsen Rezazadeh Gharagholou, Saman Seydi (Yasin) y Saeed Shirazi, ante un tribunal especial que se ocupa de los “cargos contra los recientes alborotadores”
Las autoridades también piden pena de muerte para Akbar Ghafari y Majidreza Rahnavard, que están siendo juzgados en la provincia de Teherán y en la de Jorasán Razaví, respectivamente.
También Toomaj Salehi, rapero disidente acusado por su música y sus publicaciones en redes sociales, así como Ebrahim Rigi, proveniente de la minoría Baluchi de Irán.
De acuerdo con Amnistía Internacional, varias de estas personas han sido torturadas y las “confesiones” conseguidas por este método se utilizaron como pruebas.
Ante esta crisis social, el organismo pide sean anuladas inmediatamente todas las sentencias condenatorias y las penas de muerte, en especial, que se cumplan con las normas internacionales sobre “juicios justos y se respeten los principios de la justicia de menores”.
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