El Gobierno de Colombia está en conversaciones con la administración de Nicolás Maduro tras la decisión de este último de suspender las actividades de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU y expulsar a sus trabajadores extranjeros.
El canciller encargado de Colombia, Luis Gilberto Murillo, confirmó que están “trabajando en el tema” y en “diálogo con el Gobierno de Venezuela”.
Murillo, quien también es embajador en Estados Unidos, destacó que Colombia mantiene “canales diplomáticos muy moderados, muy discretos, que han ofrecido la posibilidad de llegar a acuerdos”. Estas palabras llegan en un momento en que el funcionario colombiano lleva menos de una semana como canciller encargado, tras la suspensión de Álvaro Leyva por posibles irregularidades en la adjudicación de un contrato de pasaportes.
El canciller encargado también resaltó el papel crucial del gobierno neogranadino en las conversaciones sobre Venezuela en Washington, afirmando que “Colombia jugó un papel importantísimo detrás de escena para que se pudiera llegar al acuerdo de Barbados”.
Estas declaraciones surgen tras las críticas que ha recibido el gobierno de Gustavo Petro por no pronunciarse sobre la reciente expulsión del organismo de derechos humanos de la ONU en Venezuela y la inhabilitación política de la líder opositora María Corina Machado.
