La inseguridad alimentaria en Venezuela se incrementa a diario debido a la grave crisis económica, política y social.
En el interior del país la situación se agudiza aún más. Según un estudio publicado por la Cámara de Comercio de Maracaibo, la canasta básica del mes de mayo se ubicó en Bs.900.000.000 o el equivalente a $310 y el sueldo básico en muchos casos es de dos dólares.
La solidaridad de los líderes sociales, empresas privadas, ONG y universidades ha sido la alternativa que han aceptado familias de los municipios más afectados del Zulia para poder subsistir.
El líder juvenil de Maracaibo, José Barboza, explicó que una vez a la semana realizan actividades en las que logran aportar arepas, jugos y jornadas de salud en sectores vulnerables.
“Hemos atendido a más de 5.000 personas en lo que va de año en distritos y municipios del Zulia”, dijo.
Según el presidente de la Fundación Construyamos País, Orlando Chacón, las parroquias con índices de inseguridad alimentaria más altas en la entidad son: Chiquinquirá, Santa Lucía y Cecilio Acosta.
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Citas con nutricionistas, ginecólogos, pediatras y entregas de medicinas forman parte de este programa de ayuda social.
Según el nutricionista Braulio Arias, la mayoría de las situaciones que encuentran en estos sectores “son mujeres con embarazos de alto riesgo porque no tienen como acceder a los medicamentos, ácido fólico, vitaminas. También encontramos niños con déficit de nutrición y de peso, los padres no tienen como cubrir los gastos”.
El exalcalde de Maracaibo, Daniel Ponne, es uno de los voluntarios en estas actividades y para él, lo que viven allí “ya no es una crisis humanitaria, es una tragedia humanitaria”.
