“Eso se está reventando todo adentro de las casas. Se nos está dañando todo y no hallamos a quién recurrir. Vivimos todo el tiempo con la nariz tapada porque no soportamos la hediondez, uno sale a la calle y no puede ni hablar”, explicó Catalina Álvarez.
Cuando llueve el panorama es peor porque todo lo que se aloja en las alcantarillas se desborda por las calles de los urbanismos, que en alguna época fueron muy cotizadas por su ubicación.
Los vecinos han intentado recurrir a organismos gubernamentales para buscar una pronta solución pero no han recibido respuesta.
“Están pendientes de todas las actividades electorales pero no de lo que padece el pueblo. Necesitamos que ustedes cumplan con su deber. No estamos exigiendo algo fuera de lo que les corresponde”, exigió Herminia Oropeza.
“No hay solución porque la cloaca principal que tenemos acá en la calle está rebozada. Estoy afectada porque tengo un niño de 6 meses y uno de cinco años y los zancudos me les están sacando ronchas”, aseguró Berlis de Santos.