Mientras la mayoría de líderes mundiales aboga por el respeto a la cuarentena durante la crisis por el covid-19, el presidente brasileño Jair Bolsonaro ha intensificado su negativa a la restricción, tras calificar la pandemia como una “gripecita”.
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Mediante redes sociales, tanto el mandatario como su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, han expuesto mensajes contra el distanciamiento social porque apuntan a que ello generará problemas económicos.
Durante la noche del pasado jueves, Bolsonaro divulgó un video en una caravana de vehículos celebrando la reapertura de comercios y escuelas al sur de su país, según reseñó AFP.
“El pueblo quiere trabajar”, aseguró Bolsonaro, quien ha mantenido su postura contra la enfermedad que ya atacó a cerca de 3.000 brasileños y quitó la vida a 77 personas.
Por su parte, el senador insistió en que el gigante sudamericano “no puede parar” ante la crisis.