Este jueves, el Gobierno chileno materializó la expulsión masiva de extranjeros, trasladando vía terrestre hacia la frontera a 69 bolivianos y ocho peruanos, quienes contaban con antecedentes penales y condenas. En ocasión, 51 colombianos también habían sido extraditados a su país en la misma semana por vía aérea.
Tras un recorrido de 2.000 km, bolivianos y peruanos fueron llevados hasta la frontera por estar asociados a delitos de drogas en su país o en Chile, siendo para el Gobierno chileno una limitante para la seguridad del Estado, pudiendo de tal manera perjudicar a sus Ciudadanos.
Debido a la llegada masiva de migrantes durante los últimos años, quienes pasaron de ser 400 mil, a ser hoy una comunidad de cerca de un millón de personas, el gobierno del conservador Sebastián Piñera intenta “ordenar la casa” a través de su nueva política migratoria.
Hasta los momentos, según el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, expresó a medios de su país que por los momentos se ha concretado la expulsión de 1.187 personas en lo que va de la jornada y se espera que sean al menos unas 2.000 las extraditadas a su país respectivo en los que queda de año, siempre y cuando éstas no hayan regularizado su situación migratoria y que tengan antecedentes penales o estén cumpliendo penas carcelarias.
En materia de Migración nuestra política es clara: recibir aquellos que respetan nuestras leyes y vienen a iniciar una mejor vida aportando honestamente. Y no dejar entrar o expulsar aquellos que entran ilegalmente y tienen antecedentes crimínales o cometen delito en nuestro pais
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) August 23, 2018