Hace nueve años, el 5 de marzo de 2013, falleció en el cargo de presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, lo que desencadenó toda una tormenta política por quién tomaría su cargo de mandatario mientras se celebraban elecciones; pero sus seguidores también regaron un rumor sin pruebas de que su líder había sido víctima de un asesinato y no murió producto de su larga batalla contra el cáncer.
Organizaciones de izquierda y partidos políticos, no solo en Venezuela sino en todo el mundo, han liderado una campaña para culpar al gobierno de los Estados Unidos de este supuesto magnicidio, pero sin presentar pruebas o demostrar hechos sólidos de sus afirmaciones.
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Pero ahora, el jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, Ígor Kiríllov, señaló públicamente que EE.UU. “tuvo una implicación en el asesinato de Chávez”.
Expuso que en 2002 ya los servicios de Inteligencia norteamericanos “elaboraban planes” para acabar con la vida del líder político, pero fueron “identificados y frustrados”. En ellos estaban presuntamente involucrados funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela.
Más adelante en sus declaraciones acusó a quien fuera la enfermera de Chávez, Claudia Díaz, de suministrarle fármacos que “provocan el desarrollo de cáncer”, que fue finalmente de lo que falleció el mandatario.
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“En violación del derecho internacional, EE.UU. llevó a cabo actividades de creación de fármacos que, cuando se administran al organismo a corto plazo, causan enfermedades crónicas y provocan el desarrollo de diferentes formas de cáncer (…) Según datos de la parte venezolana, un medicamento similar fue usado para envenenar a Chávez por Claudia Díaz que formaba parte del entorno presidencial”
Kiríllov también indicó que los cuestionados servicios de Salud en Cuba determinaron determinaron una “causa-efecto entre la muerte de Chávez y el desarrollo de armas biológicas en Estados Unidos”.
Claudia Díaz, acusada de este presunto complot, no solamente fue la enfermera personal de Hugo Chávez. Entre 2011 y 2013 ejerció como directora de la Oficina Nacional del Tesoro y la secretaría del Fondo de Desarrollo (Fonden). También hizo carrera militar y salió de la Academia con el rango de sargento técnico.
Actualmente se encuentra en Estados Unidos -extraditada de España- donde enfrenta un proceso judicial acusada del delito de lavado de dinero por “megaoperaciones de corrupción” mientras fue funcionaria del Estado venezolano.
